Al norte de la colonial ciudad capital Morelia, a tan solo quince minutos otro enigmático cuerpo de agua nos dará la bienvenida vigilado por otro encantador Pueblo Mágico por supuesto. Cuitzeo es su nombre, y sus atractivos, llenos de historia y tradición. Una historia distinta en cada rincón por el que se camina. Lo magnífico de la tradición religiosa en México desde sus inicios, aquí donde la orden agustina levantara un imponente convento, el mismo que hoy congrega a propios y extraños para admirar sus obras de arte ahora restauradas, con historia fascinante y la huella de la herencia indígena en cada una de sus canteras. En Cuitzeo es inevitable transportarse a un México de fe, donde se encuentra la paz, se respira la cultura y los buenos recuerdos. Artesanía producto de un impactante lago, tule que se transforma en canastas, petates y muchos otros productos elaborados a lo largo del tiempo por las familias, esas familias que han de despedir día a día a sus hombres deseando una buena pesca. Aquel que visita Cuitzeo se lleva consigo una parte del alma de México, la esencia de Michoacán y el corazón de todo un pueblo.
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